Cambia… todo cambia…
20/11/2015
La palabra precisa o la conexión precisa?
01/12/2015
“No puedo más”, “Estoy cansado”, “Cuando comencé con esto, todo era diferente”.
¿Qué pensaríamos si escuchamos al Número Uno de una empresa decir esto?
Posiblemente nos imaginemos que está en problemas y que el Negocio no marcha como se esperaba. Sin embargo, estas mismas frases son las que muchas veces se les escucha decir a las cabezas de compañías que están dejando de ser pequeñas para convertirse en medianas o grandes. En pleno resplandor, la crisis del crecimiento también se sienta en la nueva sala de reuniones.¿Por qué se da este fenómeno?
Porque el crecimiento impacta directamente en quienes se ocupan de conducir una Organización que ahora necesita más y que propone y exige profesionalizar la gestión y, por ende, profesionalizar también el estilo de liderazgo. Todos aquellos que emprenden o crean su Empresa lo hacen con el deseo de que ésta crezca.Entonces… ¿por qué ahora que se está creciendo Uno no se siente feliz?
Cuando se piensa en crecer, la tendencia es relacionarlo con la rentabilidad del negocio, pero ante el hecho, aparecen aspectos que no fueron pensados al inicio. Es ahí cuando surge una dimensión de desborde, de no control, de que algo excede.Las consecuencias del crecimiento en su dimensión más compleja pueden ser divididas en dos grupos:
RECURSOS HUMANOS
En estos nuevos escenarios, se necesitan desarrollar otras habilidades. En los inicios seguramente se sabía cómo manejar lo chico y ahora, frente al Crecimiento, las áreas que eran pequeñas pasan a ser áreas de mayor complejidad y mayor tamaño, con más personas que se suman a equipos cada vez más grandes ocupándose de proyectos más complejos también. Ahí suele aparecer la sensación de pérdida de control sobre varias tareas que ahora deben ser delegadas y, otra vez, estas frases que se imponen…“La gente no me responde”, “Si lo hago yo lo resuelvo más rápido”, “Nadie hace las cosas como las hacía yo”.
FORMALIZACIÓN DE LOS PROCESOS
Al crecer se necesita implementar nuevos sistemas, nuevas formas de proceder, se suman nuevas herramientas y dispositivos de trabajo. Se efectúa un cambio importante donde la formalización de esos procesos cumple un rol central.
- Se deja atrás la conversación de pasillo y se empiezan a agendar reuniones formales.
- Se dejan los borradores y se comienza a armar minutas que se envían vía correo electrónico.
- Ahora las formas de hacer las cosas requieren de revisión y profesionalización
“Si esto es crecer, para qué crezco”, “Quería crecer y ahora me cuestiono para qué lo hice”.
¿Te identificas con esto?
Si es así, es importante que puedas frenar, darle espacio a tu pensamiento para analizar tu entorno y diseñar nuevas formas de gestión en tu Organización, con modalidades que estén a la medida de tu Organización y que el proceso continúe de una manera orgánica, fluida y armónica.Llena los campos y en breve me pondre en contacto contigo
© 2015 Sabrina Landesman. Todos los derechos reservados. info@sabrinalandesman.com
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